jueves, 17 de septiembre de 2015



“ Parques  Infantiles  en Cuba”

                                                                
                                                                  Artículo en colaboración con Luis Antonio Rodríguez Isasi


La educación social, catalogada como herramienta metodológica por excelencia, replantea y media el establecimiento  de la conducta de formación ciudadana, como un reto gubernamental  para cualquier nación del orbe. La organización y disciplina social es el objeto de su logro aleatorio.
Al comienzo del triunfo Fidelista en Cuba, en muchas comunidades municipales y provinciales se construyeron parques infantiles como instalaciones recreativas para infantes y adolescentes. Sin embargo, a más de 50 años de cambio de proceso social, no ha existido mantenimiento ni reparación en la mayoría de estos parques de una manera injustificable. El abandono y deterioro se hace notar en muchos, pertenecientes a las diferentes barriadas y comunidades nacionales.
Como evidencian las imágenes  fotográficas que acompañan a este texto, el parque infantil ubicado en el municipio Playa, frente a la policlínica 28 de Enero, demuestra la apatía y la dejadez ante los ojos de todo tipo de autoridad civil competente que desee mirar el parque.
Para muchas familias cubanas la opción de los parques de distracción comunitarios es una opción gratuita. Que es asequible para todos, si se tiene en cuenta el salario promedio de un padre cubano, que en la mayoría de los casos no rebasa los 30 dólares. Esta es una expectativa elegible hasta que llega el horario en que se supone sea la hora del sueño nocturno de cualquier niño.
En muchos parques, las condiciones en que se encuentran los aparatos aún tienen la oportunidad de ser reparados. Pero no existe voluntad política. Es más fácil cuestionar otros procesos sociales que se han sacrificado más por su desarrollo social.
Este abandono continúa y su  reparación posterior no tendrá éxito sin una inversión total y tardía. Pues una inversión nueva sería mucho más costosa que una reparación parcial. Independientemente de que los infantes de la generación presente ya no podrían disfrutar de este derecho si los padres no pudieran pagar otras instalaciones.
Como todas las acciones del hombre en la humanidad se convierten en una consecuencia, muchos niños y adolescentes en su comunidad ocupan espacio en plena vía pública, en muchas ocasiones obstaculizando o reutilizando áreas no acordes para actividades infantiles y juveniles. El perjuicio que esto transporta a la sociedad es inexcusable. Sin embargo,  muchas comunidades no poseen el espacio ni el terreno adecuado para las actividades que necesitan niños y jóvenes. Y es una realidad social no mirada por la oficialidad con la envergadura ineludible.
Desde el punto de vista nacional, la Iglesia cubana ha contribuido con Pastorales adecuadas de Programas, Cursos y Proyectos, que se encuentran instrumentados desde siglos anteriores, con el objeto de auxiliar y apoyar la educación cívica, con el propósito de enriquecer la disciplina social, haciendo énfasis en sus mensajes en el cuidado de los bienes colectivos. 

Pero la Iglesia cubana queda restringida en su acción pastoral, ya que los medios de comunicación audiovisuales cubanos son propiedad exclusivamente del Estado. Entonces la publicidad, divulgación y sistematicidad educativa-instructiva queda relegada a la divulgación diaria y sistemática de la ideología oficial, muchas veces enfocada a aspectos internacionales no competentes que no aportan nada al desenvolvimiento del desarrollo cubano. Deponiendo como dilema, que el  Estado no resuelve esta situación y arbitrariamente tampoco permite a organizaciones civiles  hacerlo.¿ Quiénes son los perjudicados? 









El colaborador Luis Antonio Rodríguez Isasi en la vía pública.