jueves, 31 de agosto de 2017

El cash o ¨vuelto¨ en Cuba




El cash o ¨vuelto¨ en Cuba

En el entorno de la realidad cubana actual, el cash o más conocido como ¨vuelto¨, puede considerarse que se ha convertido en un problema más de los que existen para los cubanos.
Como una dificultad que se agrega al rosario de calamidades diarias, en más de una tienda estatal, (también llamadas como ¨recaudadora de divisas¨), en el horario matutino, se le explica al cliente que no es posible vender o expedir ningún tipo de alimento o mercancía de consumo, bajo el argumento de que no hay vuelto. Con tan solo un billete de cinco dólares, usted no puede consumir o comprar lo que desee, porque los trabajadores de dichas tiendas explican a la población que acude a hacer sus compras al lugar que no hay manera de devolver el dinero sobrante al que tienen derecho recibir porque no hay vuelto.
No es un secreto para nadie que cuando en zonas tan céntricas de Ciudad de la Habana, como por ejemplo: el Paradero de Ómnibus urbanos del municipio Playa, un lugar tan concentrado de personas a cualquier horario del día ocurre esto, es porque sencillamente la gestión gubernamental falla y seguirá fallando. En ninguna parte del mundo un negocio o una transacciónes ejecutada con tanto desinterés y tan repetidamente, porque no es problema de un día, es de muchos días.
Otra zona de la capital cubana donde también existe esta problemática es la del municipio Plaza. En la localidad del Vedado tampoco conocen mucho ¨el vuelto¨. Por citar otros ejemplos: el martes 15 de agosto del 2017, la tienda que se encuentra en la calle Línea e I, muy conocida por sus ventas de choricitos, croquetas, albóndigas fritas, no tenía vuelto a las 9.00am, ni tampoco lo tenía a las 10.30am. La del teatro Bertolt Brecht a las 10.30am tampoco lo tenía ni para consumir una golosina de 0.50 $. La de la calle Línea y L no fue una excepción. Como tampoco lo fue el Pío Pío de L y 17 ni el Expendio de gasolina próximo, a su lado.
En ningún negocio privado o estatal que se respete en cualquier parte del mundo cabe esta posibilidad, ya que perdería la razón de ser de la empresa en cuestión. Pero en Cuba todo es atípico. Más atípico que en ningún otra parte. No importa si se pierden los clientes en un momento dado, a esos clientes no les quedará más opción que regresar a ese mismo lugar, porque esas tiendas son propiedad perpetua del Estado cubano. No existen otras de ese tipo, ni se vislumbra la posibilidad de que existan, Al menos no por ahora.
Las molestias que esto cause a la población no son un objetivo gubernamental, por lo tanto: no es importante.
La planificación para la centralización institucional de este tipo de tiendas en el país supone la disposición de una atención al cliente más cercana a la perfección, sin embargo está lejos de ser así. La ausencia de esmero en el desarrollo de sus actividades cotidianas así lo expresa, despreciando el valor de la recaudación en un Estado, que tiene una necesidad económica marcada por el atraso tecnológico y la relación oferta-demanda.
Ha sido probado judicialmente en más de una oportunidad, que el descontrol abre las puertas a la larga a la corrupción y al robo de las arcas públicas, sin embargo hoy no tiene importancia. Mañana la tendrá, porque si algo no es posible ocultar es que en el pasado hubo más de un caso en que de un modo intencional se trasmitía en todos los canales de televisión nacional una causa legal y contenciosa  ejemplarizantemente, pretendiendo demostrar el combate a la corrupción y a la malversación que hoy se propicia.
La ambigüedad en la administración gerencial se encuentra en riña con la optimización. Se instruye en la carrera de Economía y afines en las universidades cubanas, ¿qué es lo que impide aplicarlo?
Pero bueno… como se dice muchas veces en las calles cubanas: ¨la culpa la tiene el bloqueo¨… (nunca el gobierno).

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