viernes, 30 de agosto de 2019

La Literatura en Cuba ¿al ritmo del mundo?


               

                 La Literatura en Cuba ¿al ritmo del mundo?

Para los que están fuera del mundo de las letras en Cuba, tal vez desconozcan que todas las obras literarias en la práctica carecen de valor comercial si no poseen la numeración ISBN, que rige a nivel mundial. En la mayoría de los países esta numeración se obtiene en las agencias nacionales y locales, por un valor mínimo de dinero. Como por ejemplo en Panamá, cuyo valor económico es de cinco dólares. Otros como Canadá que lo ofrecen gratis.

Sin embargo, en Cuba, aunque un autor posea el dinero para comprarlo, por disposición gubernamental su venta se encuentra condicionada a la pertenencia del mismo a las editoras del Estado. O sea, que despoja del derecho a la compra a cualquier autor independiente de la posibilidad de personalizar su obra comercialmente.
Por fortuna, desde el punto de vista internacional existen otras posibilidades con respecto a este tema, tanto para autores consagrados, como para autores indies o independientes. Y esto hace que el control dictatorial, con mano de hierro, escape a esta situación.
Aunque otro tema que afectaría a los autores cubanos independientes es la paga de su trabajo. Porque en la actualidad, tiendas digitales como Amazon no realizan transferencias bancarias a todos los países.
Esta situación de prohibición de venta de la numeración requerida constituye una afectación a los derechos humanos de las personas autoras, ya que la pretensión de obligar a los autores a sumarse a la política oficial destinada para esto, es una forma de restringir la conciencia ciudadana. Y una avasalladora forma de política social.
Como dirían los antiguos abuelos “ estos bueyes tenemos y con estos tenemos que arar”. No obstante, otros sistemas pueden suplir la falta de este. Y compañías digitales entregan esta numeración gratis para cualquier autor que lo desee, con el perjuicio de que nunca será el autor el editor de su obra. De todas maneras, existen webs que lo entregan gratis también, pero el autor tendrá que validarlo por sí mismo.
Pese a que por fortuna en otras sociedades no es necesaria una obligación de afiliamiento a la política oficial para comprar la numeración aludida, cualquier autor cubano o no, reconocido o no, podrá salir adelante con su empeño en agencias locales de estos países.

Y Cuba seguirá perdiendo como siempre, con sus políticas de “manos de hierro” contra sus ciudadanos, la oportunidad de recoger todo tipo de cosecha literaria de sus hijos como nación. Si muchos optan por validar y publicar su obra en el extranjero, es porque sencillamente se ven obligados. La política oficial para estos menesteres no les dejan margen para otra posibilidad. Los empujan al restringirles estos derechos de una forma dictatorial, obligándolos a ser conocidos fuera de su patria, aunque después gracias a la tecnología de alcance mundial puedan conocerse en ella. Pero debiera ser al contrario, porque no se le puede tratar a un ciudadano como si se le hubiese parido. Y esto es lo que ocurre en Cuba.




No hay comentarios:

Publicar un comentario