“ Parques
Infantiles en Cuba”
Artículo en colaboración con Luis Antonio Rodríguez Isasi
La educación social, catalogada como
herramienta metodológica por excelencia, replantea y media el establecimiento de la conducta de formación ciudadana, como
un reto gubernamental para cualquier
nación del orbe. La organización y disciplina social es el objeto de su logro aleatorio.
Al comienzo del triunfo Fidelista en Cuba, en
muchas comunidades municipales y provinciales se construyeron parques
infantiles como instalaciones recreativas para infantes y adolescentes. Sin
embargo, a más de 50 años de cambio de proceso social, no ha existido
mantenimiento ni reparación en la mayoría de estos parques de una manera
injustificable. El abandono y deterioro se hace notar en muchos, pertenecientes
a las diferentes barriadas y comunidades nacionales.
Como evidencian las imágenes fotográficas que acompañan a este texto, el
parque infantil ubicado en el municipio Playa, frente a la policlínica 28 de
Enero, demuestra la apatía y la dejadez ante los ojos de todo tipo de autoridad
civil competente que desee mirar el parque.
Para muchas familias cubanas la opción de los
parques de distracción comunitarios es una opción gratuita. Que es asequible
para todos, si se tiene en cuenta el salario promedio de un padre cubano, que
en la mayoría de los casos no rebasa los 30 dólares. Esta es una expectativa
elegible hasta que llega el horario en que se supone sea la hora del sueño
nocturno de cualquier niño.
En muchos parques, las condiciones en que se
encuentran los aparatos aún tienen la oportunidad de ser reparados. Pero no
existe voluntad política. Es más fácil cuestionar otros procesos sociales que
se han sacrificado más por su desarrollo social.
Este abandono continúa y su reparación posterior no tendrá éxito sin una
inversión total y tardía. Pues una inversión nueva sería mucho más costosa que
una reparación parcial. Independientemente de que los infantes de la generación
presente ya no podrían disfrutar de este derecho si los padres no pudieran pagar
otras instalaciones.
Como todas las acciones del hombre en la
humanidad se convierten en una consecuencia, muchos niños y adolescentes en su
comunidad ocupan espacio en plena vía pública, en muchas ocasiones
obstaculizando o reutilizando áreas no acordes para actividades infantiles y
juveniles. El perjuicio que esto transporta a la sociedad es inexcusable. Sin
embargo, muchas comunidades no poseen el
espacio ni el terreno adecuado para las actividades que necesitan niños y
jóvenes. Y es una realidad social no mirada por la oficialidad con la
envergadura ineludible.
Desde el punto de vista nacional, la Iglesia
cubana ha contribuido con Pastorales adecuadas de Programas, Cursos y
Proyectos, que se encuentran instrumentados desde siglos anteriores, con el
objeto de auxiliar y apoyar la educación cívica, con el propósito de enriquecer
la disciplina social, haciendo énfasis en sus mensajes en el cuidado de los
bienes colectivos.
Pero la Iglesia cubana queda restringida en su
acción pastoral, ya que los medios de comunicación audiovisuales cubanos son
propiedad exclusivamente del Estado. Entonces la publicidad, divulgación y
sistematicidad educativa-instructiva queda relegada a la divulgación diaria y
sistemática de la ideología oficial, muchas veces enfocada a aspectos
internacionales no competentes que no aportan nada al desenvolvimiento del
desarrollo cubano. Deponiendo como dilema, que el Estado no resuelve esta situación y
arbitrariamente tampoco permite a organizaciones civiles hacerlo.¿ Quiénes son los perjudicados?
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