Poesía
Cubana I
La dulzura
en tu intención
Impidió la marcha atrás
tarde para los prejuicios, tarde para la razón.
El carmelita en tu mirada
que hechó abajo mi coraje
venció mi cruenta
batalla y mi cabalgar salvaje.
Con tu juvenil hechizo
con tu gallardía y valor
se obstruyó mi defensiva y
prevaleció el amor.
¡Que esto te sirva de ejemplo,
de testimonio en la vida
todo lo que Dios unió es la
única salida!
Poesía Cubana II
Con su profunda mirada
declarando sin palabras
el tatuó su alma en mí, sin piedades solapadas.
Una ilusión que supere
la belleza del momento
es la prueba fidedigna de que no fue fraudulento.
Si regreso hoy contemplada
a aquella tarde invasora
no me arrepiento de nada si el pasado fuese ahora.
¡No te rindas gran hermano
que el cobarde está en la puerta
ya que solo entran por ella los que la tienen abierta!
No hay comentarios:
Publicar un comentario