lunes, 31 de agosto de 2020

¨La Ley y los Revendedores en Cuba¨

 

                                  ¨La Ley y los Revendedores en Cuba¨


En este momento en Cuba, se libra un férreo combate gubernamental en contra de Revendedores de mercancías de las tiendas de divisas, que son imprescindibles para la población. Sin embargo, nada se habla de los pocos establecimientos privados que también revenden alimentos aumentando los precios en este transcurso de la Pandemia. Por citar un ejemplo, en este lugar 

 

de venta de alimentos, de la localidad de Siboney, en el municipio Playa, en La Habana, anteriormente al Coronavirus, estipulaban un precio, y hoy tienen otro superior. Lo que se conoce en Cuba, como la barra de guayaba, costaba hace unos meses 10 pesos cubanos. Y hoy cuesta 15. Y estos productos también son una reventa de los productores originales que los cosecharon. Sin embargo, nada se menciona en los medios oficiales de comunicación.

De esta forma, impunemente, los que menos recursos poseen, que son la mayoría, son los que pagan las consecuencias. Al encarecerse los alimentos que son producidos en el país, se les hace más difícil la vida a las personas en Cuba, que ya resultaba así desde antes de esta plaga mundial.

El combate contra estas circunstancias es una obligación gubernamental porque es donde se encuentra el poder legal. Y lo que constituye una reventa, una es igual que otra. Pero este tipo de reventa, al parecer no amerita igual ofensiva. La protección del consumidor cubano se encuentra en manos del Estado. Encuéntrese en Pandemia o no.

La incapacidad gubernamental es algo que ya no merece justificación alguna después de 60 años. Aún hoy se habla de combatir la Reventa de mercancías de las tiendas de divisas. Pero si se propicia que los revendedores hagan fila desde el horario de la noche, el resto de la población que pretende hacerlo en el horario diurno de la mañana no tendrá la más mínima posibilidad de poder obtener los productos que necesita. Como ocurrió este sábado 28 de agosto del 2020, en la tienda del Reparto Flores en el municipio Playa, de La Habana.

En esta tienda, las personas que se presentaron a las 6am, no obtuvieron la necesaria numeración que se entrega para comprar. Inclusive, los que llegaron a las 3.30am tampoco obtuvieron un número garantizado, que llegó a entregarse por el personal militar que trabaja en la organización de la fila de personas en dicha tienda.

Entonces, ¿a qué hora llegaron las 220 personas que lo obtuvieron? ¿Desde qué hora del sábado estuvieron esperando su número, si se tiene en cuenta, que toda esta problemática es dominada por el gobierno cubano?

Ninguno de estos individuos que se presentaron en la noche, pudo haberse vuelto invisible a los ojos de los responsables de esta situación, si se tiene en cuenta la exhortación del gobierno a la restricción de multitudes. Por lo que puede afirmarse, que simplemente no existió un trabajo realmente combativo contra esto.

Se alega en la actualidad que existe empeño gubernamental en combatir la Reventa, ¿pero con qué efectividad real? cuando cuatro estudiantes extranjeros, posiblemente de la especialidad de medicina, y a juzgar por su apariencia, africanos de habla francesa, fueron los que llegaron a las 3.30am de la madrugada del sábado, a la tienda de Flores y no lograron alcanzar ningún número de compra.

O sea, que las personas que llegaron a las 6am mucho menos tuvieron posibilidad de obtenerlo. Y ningún efectivo policial, que se supone son los encargados de impedir la concentración de multitudes a altas horas de la noche en todo tipo de evento, fue capaz de frenar esto.

Un incidente como este puede ocurrir en cualquier otra tienda de Cuba, porque es algo que puede esperarse de una manera lógica como consecuencia de la escasez que existe. Sin embargo, no se previó institucionalmente, como pretende hacerse ver. A pesar de que es una situación que puede esperarse.

Y si a esto le agregamos, que en cualquier otra tienda de la provincia Habana, los números del 1 al 400 logran entrar y comprar antes de las 2.30pm, en la tienda de Flores, en la mayoría de las ocasiones no es así.

Este sábado 28 de agosto, a las 2.23pm, en esta tienda, los números del 170 en adelante, no habían logrado entrar a comprar. Pese a que la tienda en esta etapa pandémica es controlada por los efectivos militares y otros trabajadores de otros sectores.

En la tienda habanera conocida como El Pedregal, a las 2.30pm, suelen entrar a comprar los números del 350 en adelante. Y hasta inclusive el 400. Entonces, ¿porqué en la tienda de Flores, esto casi nunca puede lograrse, generando siempre el descontento popular y todas otras lógicas problemáticas?

No se prevee que cuando estas cosas ocurren, toda persona que no pudo hacer su compra, será empujada a las manos de los revendedores inevitablemente, porque necesitan cubrir sus necesidades materiales.

Nada en Cuba sucede sin que el gobierno cubano lo desconozca. Si hechos como este suceden repetidamente, como es el caso de esta conocida tienda, caracterizada por ofrecer un servicio de desempeño inadecuado, (que no es un secreto para nadie que desee investigar), es imposible confiar en los responsables del asunto. Por lo que cabe preguntarse, ¿el combate en contra de la Reventa en Cuba es completo o solamente a medias?

Tal vez, si en vez de empeñarse en tratar de silenciar las voces críticas, a través de su comunidad de residencia, se enfocaran verdaderamente en una correcta administración del país, esto no ocurriera. Ya que después de 60 años manteniéndose la misma gobernabilidad, es inaceptable.

Siboney, en el municipio Playa, en La Habana, anteriormente al Coronavirus, estipulaban un precio, y hoy tienen otro superior. Lo que se conoce en Cuba, como la barra de guayaba, costaba hace unos meses 10 pesos cubanos. Y hoy cuesta 15. Y estos productos también son una reventa de los productores originales que los cosecharon. Sin embargo, nada se menciona en los medios oficiales de comunicación.

De esta forma, impunemente, los que menos recursos poseen, que son la mayoría, son los que pagan las consecuencias. Al encarecerse los alimentos que son producidos en el país, se les hace más difícil la vida a las personas en Cuba, que ya resultaba así desde antes de esta plaga mundial.

El combate contra estas circunstancias es una obligación gubernamental porque es donde se encuentra el poder legal. Y lo que constituye una reventa, una es igual que otra. Pero este tipo de reventa, al parecer no amerita igual ofensiva. La protección del consumidor cubano se encuentra en manos del Estado. Encuéntrese en Pandemia o no.

La incapacidad gubernamental es algo que ya no merece justificación alguna después de 60 años. Aún hoy se habla de combatir la Reventa de mercancías de las tiendas de divisas. Pero si se propicia que los revendedores hagan fila desde el horario de la noche, el resto de la población que pretende hacerlo en el horario diurno de la mañana no tendrá la más mínima posibilidad de poder obtener los productos que necesita. Como ocurrió este sábado 28 de agosto del 2020, en la tienda del Reparto Flores en el municipio Playa, de La Habana.

En esta tienda, las personas que se presentaron a las 6am, no obtuvieron la necesaria numeración que se entrega para comprar. Inclusive, los que llegaron a las 3.30am tampoco obtuvieron un número garantizado, que llegó a entregarse por el personal militar que trabaja en la organización de la fila de personas en dicha tienda.

Entonces, ¿a qué hora llegaron las 220 personas que lo obtuvieron? ¿Desde qué hora del sábado estuvieron esperando su número, si se tiene en cuenta, que toda esta problemática es dominada por el gobierno cubano?

Ninguno de estos individuos que se presentaron en la noche, pudo haberse vuelto invisible a los ojos de los responsables de esta situación, si se tiene en cuenta la exhortación del gobierno a la restricción de multitudes. Por lo que puede afirmarse, que simplemente no existió un trabajo realmente combativo contra esto.

Se alega en la actualidad que existe empeño gubernamental en combatir la Reventa, ¿pero con qué efectividad real? cuando cuatro estudiantes extranjeros, posiblemente de la especialidad de medicina, y a juzgar por su apariencia, africanos de habla francesa, fueron los que llegaron a las 3.30am de la madrugada del sábado, a la tienda de Flores y no lograron alcanzar ningún número de compra.

O sea, que las personas que llegaron a las 6am mucho menos tuvieron posibilidad de obtenerlo. Y ningún efectivo policial, que se supone son los encargados de impedir la concentración de multitudes a altas horas de la noche en todo tipo de evento, fue capaz de frenar esto.

Un incidente como este puede ocurrir en cualquier otra tienda de Cuba, porque es algo que puede esperarse de una manera lógica como consecuencia de la escasez que existe. Sin embargo, no se previó institucionalmente, como pretende hacerse ver. A pesar de que es una situación que puede esperarse.

Y si a esto le agregamos, que en cualquier otra tienda de la provincia Habana, los números del 1 al 400 logran entrar y comprar antes de las 2.30pm, en la tienda de Flores, en la mayoría de las ocasiones no es así.

Este sábado 28 de agosto, a las 2.23pm, en esta tienda, los números del 170 en adelante, no habían logrado entrar a comprar. Pese a que la tienda en esta etapa pandémica es controlada por los efectivos militares y otros trabajadores de otros sectores.

En la tienda habanera conocida como El Pedregal, a las 2.30pm, suelen entrar a comprar los números del 350 en adelante. Y hasta inclusive el 400. Entonces, ¿porqué en la tienda de Flores, esto casi nunca puede lograrse, generando siempre el descontento popular y todas otras lógicas problemáticas?

No se prevee que cuando estas cosas ocurren, toda persona que no pudo hacer su compra, será empujada a las manos de los revendedores inevitablemente, porque necesitan cubrir sus necesidades materiales.

Nada en Cuba sucede sin que el gobierno cubano lo desconozca. Si hechos como este suceden repetidamente, como es el caso de esta conocida tienda, caracterizada por ofrecer un servicio de desempeño inadecuado, (que no es un secreto para nadie que desee investigar), es imposible confiar en los responsables del asunto. Por lo que cabe preguntarse, ¿el combate en contra de la Reventa en Cuba es completo o solamente a medias?

Tal vez, si en vez de empeñarse en tratar de silenciar las voces críticas, a través de su comunidad de residencia, se enfocaran verdaderamente en una correcta administración del país, esto no ocurriera. Ya que después de 60 años manteniéndose la misma gobernabilidad, es inaceptable.

domingo, 3 de mayo de 2020

¨Día Mundial de la Prensa ¨



¨Día Mundial de la Prensa ¨

Este 3 de mayo del 2020, vale la pena hablar de la celebración del Día Mundial de la Prensa. En países donde no está reconocido el derecho a una prensa independiente, es riesgoso para muchas personas poder escribir y disertar sobre todos los temas humanos.
Sin embargo, nada se detiene, aunque el individuo resida en el último ligar del mundo. Como fenómeno, la prensa independiente nació para quedarse. Incluso hoy, en la era digital, como bien afirmara Obama, el presidente estadounidense, en los festejos del año 2010 del Día Mundial de la Prensa, ¨una prensa libre e independiente es esencial para una Democracia¨.
En algunos países, la práctica de esta actividad puede convertirse en un desafío, que enfrenta una amenaza como principio, pero si se viera como una necesidad social, como una participación ciudadana en el desempeño justo de una sociedad, esto no sucediera. Porque no solo la prensa tradicional tiene el compromiso de ejercer la crítica contra los abusos de poder. La ciudadanía también tiene esa responsabilidad, como actores protagonistas.
Identificar los problemas específicos de un país, les concierne también a sus ciudadanos. No solo a los gobiernos, como algunos pretenden hacer ver. La justa información a tiempo es un derecho inviolable, que no tiene justificación para aplicar restricciones. 
Es por esa razón que la era digital, para muchos países se volvió importante. Ya que contribuyó con ello a la posibilidad de acceder a cualquier información noticiosa, por restringida que esta pueda estar. Con la tecnología de internet, hay muy pocos temas sobre lo que no pueda conocerse. La oportunidad para la defensa del desvalido aparece y no necesita permiso.
También es una eventualidad real para el que necesita justicia, o para casos colectivos, según se refiera.
Un ejemplo de ello fue la noticia relacionada con asuntos electorales en la provincia filipina de Maguindanao y que costó la muerte a más de treinta periodistas, en ese país, por su labor reportera. El suceso fue exterminador para la prensa, en la historia de la humanidad. Pero otros reporteros de noticias locales en otros países no escapan a esta situación.
La digitalización permite el Periodismo Ciudadano. La comunidad virtual revolucionó la socialización de la información, en su carácter de servicio y comunicación, sustituyendo el control y la producción de la información. Generando con ello un criterio más participativo y por consecuencia más amplio. Ahí radica su importancia.
Este tipo de periodismo, recoge, analiza y divulga noticias que pueden resultar relevantes y determinantes para la opinión pública. Por su importancia, el portal digital enciclopédico Wikipedia lo reconoce como el periodismo 3.0 o la Web 3.0.
El surgimiento de los Weblogs, como sistemas personales de edición, reforma la comunicación periodística de forma definitiva, como nanoperiodismo. Concibiendo un discurso alternativo que obtiene una posición ganada a pujanza en la discusión pública política y social en su inevitable debate. No es algo ofrecido gratis.
Con la aparición histórica de la figura del ¨mukraker¨ o escarbador de la basura, se potencia una nueva forma de comunicación, superando la actividad permanente del hecho noticioso. Y adquiere la noticia comunitaria mucho más valor.
Luego entonces, los discursos dominantes que no tenían incorporado al ciudadano como abastecedor de contenido, quedan relegados, por otros, cuyo aporte civil y participativo aumenta la posibilidad de la formación de opinión.
Los nuevos recursos tecnológicos comienzan a abrir las puertas del análisis, a la acción, donde una mayoría débil convive con una minoría fuerte. Sin embargo, nada ocurre en la vida del hombre en vano. El ciberespacio se expone como un fenómeno progresista para el presente y el futuro. En el foro de Porto Alegre (Brasil) en el 1999, el Secretario General de la ONU reconoció la importancia de la protesta digital, su expansión fuerte y su generación de aumento de audiencia, que no siempre lograron los medios tradicionales.
El periodismo de Tercera Generación (3.0) constituye por sí solo un signo de pertenencia. Cuando la dominación casi absoluta de los medios de comunicación oficialistas asfixia la comunicación abierta global, surgen entonces formaciones como OhMyNews, que nació en Corea del Sur como una respuesta.
En el contexto de desarrollo del acceso a Internet, Oh Yeon Ho, fundó el diario. Aprovechó la interactividad de Internet y creó un equipo de lectores – reporteros en ese año 2000. Para el 2003 ya había logrado tener 41 periodistas profesionales. Sus 40.000 ciudadanos-periodistas de todo el mundo sustentan las tres cuartas partes de sus páginas.
De manera similar funciona la publicación japonesa JanJan19.
En esta nueva era del periodismo móvil, la dimensión informativa que se genera puede calificarse de buena. La difusión de los reportes y de la investigación a través de nuevos soportes se adapta a los diferentes desarrollos del lenguaje, gracias a los sistemas de conectividad.
En la emergencia de la información, la digitalización autogestiona la cantidad de la noticia, como ¨noticias a la Carta¨. Es una realidad actual para los medios de masas. El número de internautas sigue creciendo y se amplifica la voz de quienes lo utilizan. Ellos superan las barreras geográficas y coercitivas y logran hacer del oficio, un ejercicio que comienza a establecerse mucho más abierto. Legitimando que valga la pena todo tipo de esfuerzo.




jueves, 16 de abril de 2020

¨Internet y Coronavirus¨



                     ¨Internet y Coronavirus¨

Como bien predijeran los antiguos profetas de ayer, el mundo se encuentra inundado de plagas hoy. Envuelto en un conjunto de virus, bautizado como el Coronavirus, (Covid-19), se debate entre el control de esta pandemia y la pérdida de la estabilidad económica para muchos, para colmo de catástrofes.  
Con millones de personas infestadas, otros tantos en estado grave, y miles de muertos, la economía queda relegada a su expresión más mínima y necesaria.
Los recursos humanos también sufren su estrago, al reducirse su servicio sanitario, dado el alto índice de contagio de su personal en ejercicio. Y el colapso hospitalario, en los países más afectados, ha provocado también el deterioro del material higiénico, tan necesario en este esfuerzo sobrehumano.
Una vez más, las diferentes plataformas tecnológicas ayudan a enfrentar el Coronavirus, tomando posiciones como herramientas de difusión masivas y erigiéndose en una alternativa contra el aislamiento también, porque muchas personas confinadas en sus casas, pueden aportar al combate de forma anticipada, colaborando con análisis y detalles específicos cotidianos. Al tiempo que también disponen de una mayor actividad en las redes.
Estas posibilidades, se devienen en estos mismos instrumentos, ya que generan la compartición de noticias familiares, el establecimiento de esquemas profesionales, la fomentación de la conexión social, así como también una inducción a la reflexión sobre esta nueva plaga-Pandemia, que augurada ya por el movimiento profético anterior, no crea una sorpresa, pero sí un gran dolor y una profunda pena inolvidable.
Esta actualidad, con voces reales, acerca de estos Virus reales, que es el conjunto de este Coronavirus, ha publicado los tristes incidentes de tanto estrago causado. En Cuba, específicamente, hasta el pasado sábado 11 de abril, se había reportado el contagio de 30 trabajadores de la salud, entre médicos, enfermeras, técnicos, pantrista y chofer de ambulancia. Todos implicados en su batalla por retener la vida de los infectados.
Sin embargo, a pesar de esto, los números siguen siendo bajos, si se tienen en cuenta, en la estadística similar de la contaminación médica, de otros países, tanto europeos, como del continente americano.
A día de hoy, no es posible visualizar la contención de esta situación internacional desastrosa, pero sí existe la viabilidad de favorecer y apoyar de todas las maneras posibles las recomendaciones médicas, para evitar y retrasar el contagio. Como lo es por ejemplo, el uso diario y continuado del nasobuco y la higiene necesaria para las manos y el hogar.
No evitará un contagio seguro, pero sí beneficiará la prevención, que sin dudas, es un eslabón importante, si se analiza la frecuencia del contagio.
La siguiente imagen, refuerza comunicacionalmente la exhortación a la utilización de la protección necesaria, al crédito de que aún estamos a tiempo de evitar más pérdidas. Y de la misma forma enlazando el acceso a la amplificación de una misma voz.


En Coronavirus… la protección salva


viernes, 27 de marzo de 2020

¨Criminalizando a la Crítica Social en Cuba¨



¨Criminalizando a la Crítica Social en Cuba¨


El martes 24 de marzo de este 2020, el artículo ¨La Fábula de la Silla Voladora¨, publicada en el diario oficial del país, por Ernesto Estévez Rams, criminaliza y denuncia lo que a su parecer es el ejercicio de la crítica social en Cuba.
A su juicio, los ciudadanos cubanos y extranjeros, que critican el proceder estatal, en cuanto a su desempeño como gestor de políticas sociales, lo hacen a partir del desconocimiento de la metodología para esas gestiones. O sea que centraliza, en el poder del aparato oficial, la posibilidad de generación de ideas y planes que califican para la gestión social. Fiscalizando la posibilidad privada e independiente del derecho ciudadano.
Las opiniones publicadas en los diferentes medios digitales, en estos días, acerca de la gestión gubernamental, en su lucha por la erradicación del Covid-19 en la sociedad, ha sido el motivo de este informe desaprobador, en cuanto a la decisión individual independiente de concebir críticas públicas.
Como forma de expresión independiente, la digitalización global permite opciones, como son: la denuncia, la opinión, el marketing y otras más, que son aprovechadas por los individuos de cualquier país, para su desarrollo individual. En Cuba, las opciones tradicionales de comunicación masiva, son propiedad del Estado y controladas por la oficialidad.
Haciendo uso de la opción estatal, este articulista declara y cuestiona, que ¨una nueva fuente de servicio¨ ha surgido en el país, como consecuencia del surgimiento de las redes sociales a nivel mundial, satanizando con ello el surgimiento de ellas. Esa figura, para él es la del ¨experto en manejo de crisis¨. Y afirma de la misma forma, que ¨las oficinas¨ de las personas que expresan su opinión ciudadana son ¨las redes¨. En franco detrimento moral, para toda persona que lo haga.
Pero aún más, totalitariza estas opiniones. Criminalizando a quién haga uso a su derecho de opinar, acerca del destino que debe tomar el manejo de las riendas de su país. Va restando importancia en su columna, a medida que avanza en su disertación, sobre las diferentes opiniones individuales que fueron publicadas sobre el tema. Y delibera, olvidando que el derecho a cuestionar no es un aguinaldo, ni una subvención.
Su planteamiento sobre las opiniones expresadas, de que todas ¨son iguales¨, es poco razonable, y poco ético. Es definitivamente una gran mentira. Lo que ocurre es que esas opiniones difieren del criterio político oficial. Se atrevieron a cuestionar las gestiones gubernamentales. Algo impensable, décadas atrás.
Como consecuencia del desarrollo social, hoy se ejecutan críticas libremente, de forma independiente, no necesitando el permiso oficial de nadie para hacerlo. Y expresan realmente su criterio, sin que la censura pueda maniatarlos.
En la disertación realizada, se asegura que ¨las soluciones propuestas¨ por los individuos que criticaron la metodología gubernamental, fueron puntos de vistas que ¨aprendieron en Facebook y Google en 5 minutos¨… ¨ porque nunca han dirigido ni en su casa¨.
De forma mediocre, generaliza así a todas las propuestas realizadas sobre el tema en cuestión y diseña una especie de guerra contra la crítica social, a la que invita a otros a no permitir que se ejecuten.
Si usted no opina a favor de la corriente oficial, en algún tema, usted corre el riesgo de ¨haber aprendido su punto de vista en Facebook y Google en 5 minutos¨ y no en 60 años de proceso social. Que es casi toda una vida, donde recomienzan otras generaciones en la misma situación.
Sin embargo, este autor no menciona, que este accionar de los ciudadanos cubanos y otros, no es un fenómeno propio de Cuba. Por citar un ejemplo, la Radio Nacional de Puerto Rico, se ha hecho eco más de una vez, de las denuncias realizadas por ciudadanos libaneses en las redes sociales, por causas semejantes.
El gobierno del Líbano ha sido acusado constantemente por manifestantes antigubernamentales, que utilizan WhatsApp y otras redes.
Los activistas recurren a las plataformas de redes sociales para transmitir su mensaje, e inclusive transmiten en vivo las protestas en Twitter y destacan el abuso policial en Instagram. El ciberespacio es también el nuevo campo de batalla para estos manifestantes. Ya que en las Redes es posible hacer público cualquier cosa. Es un tipo de denuncia efectiva, porque recorre el mundo, sin tener obstáculo físico. Y eso sí es imposible de evitar para los gobiernos de hoy en día. Donde la internet es un reclamo, no un favor.
El cineasta libanés Rabih El-Amine, un individuo ejemplo, víctima de las represiones que se ejecutan en estas áreas sociales, hizo una crítica digital hacia la política bancaria en su país, que le provocó su necesaria huida a Europa, donde fue contactado por la Radio de Puerto Rico, a través de WhatsApp.
Puede concluirse entonces, que las opiniones continuarán en el mundo entero y cada día que pasa con menos miedo que en el pasado. No es algo que sucede estrictamente en Cuba, y mucho menos como una actividad que se pretenda criminalizar, como lo proyecta este autor.
No existe justificación para la fustigación de un derecho, que no constituye de por sí una limosna. Cuando este autor expresa que: ¨ esas opiniones socaban la confianza de quienes tienen sobre sí mismo la responsabilidad¨, es un indicativo de que la posición laboral de alguien en el sector estatal, representa una obligación para con su pueblo, no una prebenda para aprovecharse de ella.