¨
La libertad no requiere lamentos ¨
Parafraseando al bloguero tibetano Druko (Shokjang), se
compromete la opinión teológica de la autora de este blog, con la causa del
movimiento clérigo tibetano budista.
Ven Dasang, Jigme Gyatso Aka, Choepal Dawa, Jigme Wangyal y
Choeying Choega han sido algunos de los monjes tibetanos detenidos por las
fuerzas de seguridad chinas este año, bajo acusaciones de tentación y
planificación de actividades separatistas. Y de intentos de dividir la patria.
No es la primera vez que los movimientos religiosos sufren
persecuciones y arrestos en el mundo. Por esa razón, autoridades civiles en el
siglo XVIII determinaron los antecedentes de la libertad de religión de la
época moderna en el marco de los derechos humanos, dentro del Derecho
Internacional.
El auge del Derecho Internacional como fenómeno contribuyó de
forma específica al proselitismo de los derechos humanos mundialmente. Ya que
la práctica de la libertad religiosa tiene características diferentes en la
totalidad de las culturas, pero no por ello deja de ser una opción y un
derecho.
Los ungidos y la clase
dirigente han funcionado muchas veces bajo presiones gubernamentales que llegan
hasta límites como el encarcelamiento, la tortura y las agresiones físicas.
Cuando el movimiento clérigo llega a disentir y se contrapone a la política
oficial en su país, (puede ser cualquiera), inmediatamente los gobiernos los
vinculan a el orden ciudadano y no al orden religioso. Ejecutando este análisis
se les ofrece la misma represión que a la vida de la ciudadanía social.
Sin embargo, no es posible para nadie ir en contra del
desarrollo mundial, aunque se intente. El pensamiento del movimiento consagrado
también marcha hacia el futuro inevitablemente. Hoy en día, ellos también hacen
uso de las redes sociales, de la publicidad y de otras herramientas
comunicativas digitales, como por ejemplo: la telefónica, validando la actitud
de los individuos frente al problema religioso. La igualdad de las personas a
nivel social no impide al ministro religioso tener una opinión política. En América
latina, en la contemporaneidad puede considerarse esta situación como
vanguardista, aunque la actividad de la libertad religiosa no es exclusivista
de ninguna nación.
El distanciamiento con el Estado surge de una acción
contestataria, derivada de los procesos sociales. Como consecuencia de un
ejercicio proselitista, el caldo de cultivo se propicia cuando germina las
posibilidades de conflicto con la vida política, pues el movimiento ungido solo
hace obediencia y voto de silencio de forma general ante la autoridad divina. Si los derechos sociales sufren atropellos,
intransigencias y penurias, entonces resulta difícil para el líder religioso
permanecer introvertido.
Eso es lo que ha ocurrido en la simultaneidad en el Tíbet.
Deseando recuperar su autonomía, de antes de 1949, los monjes de los diferentes
monasterios tibetanos promueven la libertad social y religiosa tibetana.
Su máximo Lama, como líder número XIV, conocido también en el
argot budista tibetano como ¨ EL MAS PROFUNDO¨ se encuentra exiliado en India desde 1959. Allí ha establecido su
residencia de combate y desde donde todavía lucha por el establecimiento de la
emancipación del Tíbet. El mismo ha declarado en la Conferencia de la
Democracia Asiática del presente año que ¨... incluso los animales aman la
paz¨. Este erudito, dedicado al arte de
la no violencia desde posiciones de confrontación, suscita la revocación del
uso de la fuerza como método inútil y como abolición de la estrategia.
De la misma manera, el ex Kalon Tripa Samdhong Rinpoche, profesor
y perteneciente a la Administración Central Tibetana declara que ¨... la verdad
y la no violencia son dos caras de la misma moneda¨. Ilustrando que si hay un
defecto en una, la otra también estará defectuosa¨.
El énfasis de Rinpoche de que más allá de la religión debe de
existir una ética para el mundo es una teoría que discierne la diferencia de
adoptar lo positivo y desechar lo que se consideren defectos. Su disertación
condiciona la conducta ética gubernamental con la estabilidad y seguridad de la
sociedad. Definiendo con ello las motivaciones para la conducta de violencia y
no violencia.
El vigor de esta
teoría lamástica fundamenta la necesidad de tener un buen motivo para ser
benevolente. Ya que la lucha y la pujanza de la vida religiosa por los derechos
sociales y políticos no pueden convertirse en un asunto difícil cuando se
juegan los principios en esa batalla.
La argumentación del máximo Lama actual es la que parece
ajustarse a la más visible realidad. (¨... entre el poder de las armas y el
poder de la verdad: el poder de las armas es el más fuerte en un corto plazo,
pero el poder de la verdad es el que prevalece en un largo plazo¨).
La persecución religiosa
perpetrada en nombre de una elección no tiene posibilidad de sobrevivir
a la libertad. Las posibilidades no han
quedado demostradas.
En la historia de la humanidad gobiernos y religiones siempre
han tenido fines diferentes. Las autoridades religiosas ubicadas por los
gobiernos de una forma paradigmática nunca llagaron ni llegarán a constituir
una solución como gobernabilidad y autoridad sobre la religión. Porque desafortunadamente
el único cimiento que produce es el de crear conflictos, que ubican
automáticamente al sector gubernamental en una posición de anti_Cristo. La
interacción del poder, la represión y la resistencia continúan demostrando que así
no es posible.
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