martes, 18 de agosto de 2015


“ El legado de Gandhi ”

La idea de la guerra de clases fue algo que nunca atrajo a Gandhi.  Rechazó por completo que la explotación del pobre se terminase por la destrucción de unos cuantos millonarios. Para Mahatma el capital en sí mismo no es un mal. Es algo necesario.
Su incitación a la lucha pacífica y sin violencia también conquistó el corazón de Martin Luther King, cuando escogió también este método en su defensa por los derechos civiles.
El concepto de democracia Gandhiano consiste en la posibilidad de igualdad de oportunidades sociales. Su énfasis auténtico es la propuesta de que se logre a través de la no violencia. Y así lo entendió también para la federación de naciones mundiales. En su discurso declara vergonzoso la imposición de una conducta hacia la colectividad que afecte la libertad de conciencia de cada uno. Para esto encontró Mahatma más de un seguidor en esta teoría de perspectiva.
La Ley y el capricho no son similares en sus acciones, labores y operaciones. Es un soberano disparate regir a una multitud y al desenvolvimiento de la misma, con esos objetivos en concreto. Cuando un individuo actúa contra el dictado de su conciencia debido a la coección de alguna Ley, esta persona carecerá de voz interior que lo sostenga, guíe y cuide de su integridad. Ya que la Ley de la minoría no cuenta en materia de conciencia.
En una democracia, el prejuicio, la ignorancia y la  duda se debaten en el caos inevitablemente.  Porque el individuo en el liberalismo democrático defiende su libertad, la de su patria y la del género humano valiéndose de medios exclusivamente pacíficos.  “… Nadie pierde su libertad, sino por su propia debilidad” (Gandhi en su obra El arte de la no violencia).
Otro líder mundial como Nelson Mandela también abogó por el arte de la no violencia. Dentro de la contemporaneidad política luchó de igual manera a través de la firme posición de sus ideas.
En Cuba, un parque urbano lleva su nombre, en una barriada del municipio Playa de Ciudad de la Habana. En la manzana próxima a la Iglesia de Santa Rita de Acasia. Personificada como la abogada de las causas imposibles. En él  se congregan cada domingo las integrantes del movimiento cívico femenino cubano conocido como Las Damas de Blanco. Su alimento espiritual es tomado en la Iglesia de Santa Rita.
Lo que es válido para las personas, es válido para las naciones. Aunque Gandhi planteó que el débil nunca puede perdonar, atribuyendo esto a un atributo de los fuertes, habría que preguntarles a estas mujeres si algún día podrán hacerlo, a pesar de los tantos maltratos físicos y espirituales que han sufrido por causa de sus reclamos sociales y personales.
La libertad se conquista con el sacrificio de la verdad, según la teoría Gandhiana, pero esa verdad en la actual sociedad cubana no se puede decir que extraiga lo más noble de la humanidad en sus gobernantes, que envían fuerza superior y militar a maltratar, ultrajar y encarcelar a las valientes integrantes  de este movimiento femenino, que no tienen más armas que sus propios reclamos y denuncias.
Estos actos y manifestaciones son algo normal en cualquier país del mundo. El valor espiritual y su legítima defensa a su libertad de expresión, regulada en Las Naciones Unidas, como derechos humanos, son las causas que las conducen de manera metódica a la cárcel, por su decisión de no callar.
Alzar sus voces para disentir de la política oficial las convierte en delincuentes y mercenarias, según las declaraciones gubernamentales en sus medios de prensa oficiales.
No obstante, Gandhi y otros hombres profetas de la humanidad han reconocido su igualdad en cuanto a la validez de su réplicas, prédicas y llamadas. En su tesis manifestó que si hubiera nacido mujer se habría revelado contra cualquier opresión, porque para él si la no violencia fuera la Ley del futuro, el existir perteneciera a la mujer.


                                               



1 comentario: