La propaganda en el mundo es
importante. Lo que no se anuncia no se conoce. La actualidad exige de gobiernos
e instituciones el derecho a la información, como algo propio que le pertenece
al ser humano.
Gobiernos como los Cuba o
China, despliegan y exponen la mirada sobre el internet como un examen a riesgo
de pecado, censurando muchas páginas a los internautas sin el más mínimo
respeto a la ciudadanía nacional. Una forma totalitaria y abusadora que se hace notar cuando los residentes en
estos países intentan abrir un internet con restricciones. El internet libre es
un derecho ciudadano, no una limosna ni una dádiva. El motor de búsqueda de
Google, tan cuestionado y corregido por autoridades de países como estos
limitan páginas como por ejemplo: la del colectivo artístico mexicano las
Disidentes. Este colectivo expone su criterio a través del arte. Trasmitir la
teoría de que la gestión artística
cuando no es proselitista es exponente de ideas dignas de criticar es
inaceptable, propio de un paradigma de un falso Mesías. Se puede decir que es también manipular la
información con el objetivo del control humano. Otra hipótesis merecedora de
despreciar.
Este mes, colectivos como el
qatarí Sheikh Hamad Award convocan a las categorías de Traducción y
Entendimiento Internacional, con un Premio de 100.000 dólares americanos y sin
embargo no tienen la promoción en Cuba que los contrapunteos caóticos que
existen en el Parlamento Venezolano. Difusión que carece de importancia porque
no aporta nada al desarrollo social cubano, que tiene mucho que avanzar y poco
que conocer de los problemas nacionales de otros países, ya que estos deben ser
resueltos por sus propios ciudadanos.
La convocatoria qatarí
ofrece la oportunidad de que miles de jóvenes de talentos cubanos se puedan
presentar a ella, pero si no se divulga se omite. Nadie puede elegir lo que no conoce. Tener la oportunidad del acceso libre a la
información es un derecho humano y no un regalo de ningún gobierno. Es por esa
razón que promover es importante. Para que la información pueda llegar a muchas
personas y lograr el objetivo esperado de ella.
Al mismo tiempo, el
colectivo universitario de Nebrija ha corrido igual suerte. En España, esta
entidad convoca al premio de Mejor Obra Publicada relacionada con el Periodismo
Educativo. Su convocatoria con carácter anual ofrece un Premio de 7.500 Euros. Si esta noticia tuviera el mismo fomento que
los desvaríos de cualquier candidato presidencial americano, como por ejemplo
Donald Trump, tal vez más de un cubano
se presentara a la invitación. Con el precario acceso económico que padecen
muchos en Cuba, esto puede verse como una compensación a la creación literaria.
7.500 Euros en Cuba se traducen en oportunidad de compra de cualquier vivienda
simple y se reviste de importancia, para un país con un déficit de fondo
habitacional crítico.
Otra entidad que cita e
invita a su presentación y tampoco tiene repercusión en los medios nacionales
cubanos es el Colegio de Abogados de Málaga. El anuncio premia en el mes
presente a su Segunda Edición del Premio Miramar, para la creación literaria
que se encuentre relacionada con temas jurídicos, sin restricciones de
nacionalidad o residencia. Convirtiéndose también en oportunidad para muchas
personas de cualquier parte del mundo, a la que cualquier cubano también podría
aspirar.
Todas estas ofertas incluyen
también a más de una biblioteca. Como por ejemplo: la biblioteca argentina
Rafael Obligado País. Ayuntamientos y Universidades como el Ayuntamiento de
Brihuega y la Universidad Alcalá de Henares también invitan a la creación
literaria, sin embargo no se conoce esta proposición en ningún medio
audiovisual importante cubano.
Difundir noticias sobre la
guerra y otras temáticas es importante en todas las sociedades humanas, pero
contribuir al desarrollo social en un país que no ha logrado un progreso
económico destacable en cincuenta años también se reviste de importancia.
Rellenar la producción mediática nacional con valoraciones y criterios sobre el
perfeccionamiento que debería existir en los parlamentos y legislaciones de
otros países no impulsan la creación literaria ni favorecen con ello a la
educación de la paz. Por el contrario, beneficia la emigración masiva, que hace
peligrar muchas veces la seguridad
humana cuando no se realiza de un modo legal y ordenado y se perjudica con ello
la patria, que necesita de sus hijos para propagandizar y enorgullecerse de sus
talentos.
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