Madonna
en la Habana
La
estrella de pop americano Madonna, visitó Cuba este mes de agosto. Con un
séquito personal que incluía dos niños de raza negra, de entre nueve y doce
años, hizo un despliegue de humildad e histrionismo en el cumplimiento de su encuentro
con el público, a su llegada al estudio-taller del ceramista y pintor cubano
José Rodríguez Fuster.
Esta
locación ubicada en la barriada de Jaimanitas, en el municipio Playa de Ciudad
de la Habana, la recibió con una audiencia ansiosa de verla personalmente. Con
un vestido blanco, largo, de encaje, a imitación de
vestuario de novia y con un sombrero rojo, en combinación con su pintura
labial, que resaltaba su imagen artística intencionalmente, hizo su entrada en
el primer auto de su caravana de viaje.
Este
tipo de auto antiguo todavía tiene permiso gubernamental para transitar en Cuba,
donde generalmente es usado para recorridos turísticos en los cónclaves líderes de más asiduidad. Con el niño varón
como acompañante personal en el suyo, Madonna se comportó ecuánime ante el
público. Los vecinos del lugar la rodearon rápidamente antes de que ingresara
al contorno artístico, ya que entonces su visita se consideraría como privada al
terreno.
Tanto
el niño, como la niña, (que llegaba en otro de los autos), sobrellevaron muy
bien el tiempo de la visita. Se comportaron de un modo educado y respetuoso,
nunca alejándose de los adultos acompañantes. Caminaron a su lado todo el
tiempo. El varón es el que más llamó la atención al lado de Madonna.
La
caravana de invitados también incluía un auto con hombres gay, otro con
muchachas jóvenes y otros dos con personas de diferentes aspectos. La altura
arquitectónica de la edificación posibilitó que los forasteros pudieran
contemplar una parte de la vista aérea del sitio, mucho más amplia, desde donde
se divisa el mar. Madonna se observó interesada, conversando con el pintor,
autor de este proyecto comunitario.
La
estancia no fue superior a la medianoche en el tiempo. Antes del anochecer se comenzaba la retirada de Jaimanitas. Al
partir, su auto líder se desplazaba capotado y no aire libre como había llegado.
No obstante, la recepción ofrecida por esta comunidad residencial esperó su
partida para ofrecer el último adiós a la diva americana.
Anuncios
y promociones como estos no se divulgan en la manufactura mediática nacional.
Se presentan programas como en el pasado sábado 27 de agosto 2016, donde en el
programa televisivo del Canal Habana conducido por el actor Jorge Martínez, en
el horario de la tarde, se emitió una sección humorística para explicar a los
televidentes nacionales la importancia del tratamiento personal a la suegra,
como parte de la familia.
Ante
la grave situación mundial, en todos los órdenes de la vida, ¿es vital el
análisis sobre la forma en que debe tratarse a la suegra? ¿No existen
divulgaciones más importantes que ofertar?
Al
menos la visita de Madonna a Cuba facilita la temática del entretenimiento, tan
importante para el ciudadano de a pie en Cuba. Dada la situación económica
cubana, tan caótica, contribuir con el entretenimiento proporciona de forma
espiritual y psicológica un aliciente bien merecido para este pueblo.
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