El cash o ¨vuelto¨ en Cuba
En el
entorno de la realidad cubana actual, el cash o más conocido como ¨vuelto¨,
puede considerarse que se ha convertido en un problema más de los que existen
para los cubanos.
Como
una dificultad que se agrega al rosario de calamidades diarias, en más de una
tienda estatal, (también llamadas como ¨recaudadora de divisas¨), en el horario
matutino, se le explica al cliente que no es posible vender o expedir ningún
tipo de alimento o mercancía de consumo, bajo el argumento de que no hay
vuelto. Con tan solo un billete de cinco dólares, usted no puede consumir o
comprar lo que desee, porque los trabajadores de dichas tiendas explican a la
población que acude a hacer sus compras al lugar que no hay manera de devolver
el dinero sobrante al que tienen derecho recibir porque no hay vuelto.
No es
un secreto para nadie que cuando en zonas tan céntricas de Ciudad de la Habana,
como por ejemplo: el Paradero de Ómnibus urbanos del municipio Playa, un lugar
tan concentrado de personas a cualquier horario del día ocurre esto, es porque
sencillamente la gestión gubernamental falla y seguirá fallando. En ninguna
parte del mundo un negocio o una transacciónes ejecutada con tanto desinterés y
tan repetidamente, porque no es problema de un día, es de muchos días.
Otra
zona de la capital cubana donde también existe esta problemática es la del
municipio Plaza. En la localidad del Vedado tampoco conocen mucho ¨el vuelto¨.
Por citar otros ejemplos: el martes 15 de agosto del 2017, la tienda que se
encuentra en la calle Línea e I, muy conocida por sus ventas de choricitos,
croquetas, albóndigas fritas, no tenía vuelto a las 9.00am, ni tampoco lo tenía
a las 10.30am. La del teatro Bertolt Brecht a las 10.30am tampoco lo tenía ni
para consumir una golosina de 0.50 $. La de la calle Línea y L no fue una
excepción. Como tampoco lo fue el Pío Pío de L y 17 ni el Expendio de gasolina
próximo, a su lado.
En
ningún negocio privado o estatal que se respete en cualquier parte del mundo cabe
esta posibilidad, ya que perdería la razón de ser de la empresa en cuestión. Pero
en Cuba todo es atípico. Más atípico que en ningún otra parte. No importa si se
pierden los clientes en un momento dado, a esos clientes no les quedará más
opción que regresar a ese mismo lugar, porque esas tiendas son propiedad
perpetua del Estado cubano. No existen otras de ese tipo, ni se vislumbra la
posibilidad de que existan, Al menos no por ahora.
Las
molestias que esto cause a la población no son un objetivo gubernamental, por
lo tanto: no es importante.
La
planificación para la centralización institucional de este tipo de tiendas en
el país supone la disposición de una atención al cliente más cercana a la
perfección, sin embargo está lejos de ser así. La ausencia de esmero en el
desarrollo de sus actividades cotidianas así lo expresa, despreciando el valor
de la recaudación en un Estado, que tiene una necesidad económica marcada por
el atraso tecnológico y la relación oferta-demanda.
Ha
sido probado judicialmente en más de una oportunidad, que el descontrol abre
las puertas a la larga a la corrupción y al robo de las arcas públicas, sin
embargo hoy no tiene importancia. Mañana la tendrá, porque si algo no es
posible ocultar es que en el pasado hubo más de un caso en que de un modo
intencional se trasmitía en todos los canales de televisión nacional una causa
legal y contenciosa ejemplarizantemente,
pretendiendo demostrar el combate a la corrupción y a la malversación que hoy
se propicia.
La ambigüedad
en la administración gerencial se encuentra en riña con la optimización. Se
instruye en la carrera de Economía y afines en las universidades cubanas, ¿qué
es lo que impide aplicarlo?
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