martes, 4 de abril de 2023

¿Nadie supervisa?

 

                                 ¿Nadie supervisa?



Que en Cuba se entre en un período en que en la prensa oficialista se publiquen artículos que demuestren transparencia está perfecto. Pero que se editen de una forma que demuestra la ineptitud verificadora y fiscalizadora del gobierno, es demasiada incompetencia indolente, realmente. No sería justo con la ciudadanía decir otra cosa.

La falta de aptitud en la planificación de las compras y los gastos que se necesitan, dio al traste con miles de dólares malgastados, según sus propios reportes, en el artículo de Ronald Suárez Rivas, en el rotativo comunista Granma, el martes 28 de marzo del presente año.

En un intento de definirse en el marco de la transparencia, se editó este reportaje que evidenció el diseño de una serie de proyectos de desarrollo locales donde se planificó la compra de varios implementos tecnológicos y que finalmente se compraron sin razón, pues jamás pudieron usarse, y cuya compra ascendió a miles de dólares, pues todas estas piezas se compran en el exterior por obligación.

El reporte solo reseña esta situación en la provincia de Pínar del Río, pero debe de presentarse también a lo largo del país, pues por el modo de planificar del gobierno central cubano, es algo de esperar, con lógica.

Solamente, en esa provincia, se reporta precisamente por la prensa oficialista, que en la minindustria de frutas y vegetales La Época se compraron equipos de línea, estera de máquina, un fogón, máquinas automáticas para embolsar la producción y embotellado, donde al final jamás funcionaron.

De la misma forma se adquirió para una carpintería de desarrollo local el equipamiento requerido para la producción de muebles, donde según manifiestan los propios obreros, la tecnología no fue la más idónea.

Por citar otros ejemplos, en una fábrica de pinturas, en una zona industrial de la capital de Pínar, y en un Taller de Bisutería de Consolación del Sur ocurriendo cosas similares, sin que gubernamentalmente no se rindan cuentas de forma pública ni se responda a la pregunta: ¿quién se encargaba de la supervisión? ¿Quién fue el responsable?

Los fondos con que se adquieres muchos insumos en Cuba pertenecen al tesoro público, ¿cómo es posible que en un intento de transparencia desde el punto de vista de la Gobernanza, se publique semejante incapacidad gubernamental, en un período de extraordinaria carencia material en el país?

Sin ninguna pena y sin ningún dolor, se permitió la publicación de esta noticia, como una demostración de ¨lo mal hecho¨. Sin embargo, teniendo en cuenta, la situación de carestía permanente, que se ha vivido en Cuba, posterior a la década de 1990, es un insulto a la cara del resto de la población.

De que no terminan por diseñar un modelo que verdaderamente sea abarcador para la mayoría es cierto. Las acostumbradas restricciones diseñadas en tantas áreas solo hace que se incremente aquello que se pretende restringir. Pero de ahí a exponer públicamente que se gastaron miles de dólares en proyectos de compras, que no se pudieron ejecutar jamás es el colmo de la maldad. Porque existe demasiada carencia material en este país, como para que se malgaste dinero y tiempo.

Eso sin incluir, el diseño del alza de los salarios y los precios, que a lo único que condujo es a la inflación y a la precariedad de la vida pública cubana, de los ciudadanos de a pie, donde solo viven quienes logran burlar al sistema gubernamental, el resto sobrevive.

De la misma forma que día y noche saturaron los medios de comunicación oficiales para lograr los votos requeridos para las elecciones de los diputados, se podía haber expuesto quién es el responsable de haber verificado y fiscalizado la viabilidad de estos proyectos.

Cualquier ciudadano cubano tiene derecho desde el punto de vista público a realizar la pregunta ¿nadie supervisa ni dirige la implementación de estos proyectos? ¿El responsable qué estaba haciendo, hurgándose en la nariz, mientras cobraba su salario? 

 

 

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