¿ Traición a la Patria ?
Este miércoles 8 de
abril, la declaración de la Delegación cubana a la Cumbre de las Américas en territorio
Panameño, fue publicada en el periódico oficialista Granma, donde en la misma
se califica de ¨ traidores a la Patria¨ a los asistentes opositores de la
verdadera sociedad civil.
En franco abuso de la
posibilidad de publicar en los medios de comunicación nacional se les acusa de ¨usurpar de manera vergonzosa
el nombre del país¨ y de ¨ofenderlo día a día¨.
Pero lo que no se publica
es que si el país ha sido conducido a la bancarrota no es responsabilidad de la
disidencia cubana. A pesar de que la ciudadanía contestataria se observa como
una contrariedad suprema para el régimen absolutista, es un movimiento normal
en cualquier país del mundo. En Cuba, (como bien ha podido evidenciar el
NuevoHerald en tierras panameñas) se instiga a las personas procastristas a
agredir física y verbalmente a toda persona que piense diferente al modelo
oficial político.
Si miles de cubanos se
han lanzado al mar, perdiendo en ello sus vidas no ha sido culpa de la
disidencia interna, no lo han ofendido por eso ¨día a día¨. Si el sistema
productivo nacional se encuentra en situación caótica sin logros que ameriten
esperanzas para los más pobres y necesitados : es responsabilidad de los que
gobiernan día a día y viven una vida esplendorosa a costa de la habilidad
estratégica del nepotismo. Y eso sí es usurpar de manera vergonzosa el nombre
del país, ya que otras personas murieron por un proyecto de futuro diferente.
Del surgimiento de la
prostitución juvenil después de su erradicación social ¿también tiene culpa la
oposición contestataria?
Desacreditar para obtener estimaciones es una vieja
práctica castrista, pero inevitablemente ya sin el mismo valor. Porque de las
políticas sociales solo hay un solo culpable. Que a través de la historia se ha
caracterizado por culpar a otro de su incapacidad.
Pero los tiempos que
corren son otros. Con el desarrollo
mundial, (al que no es posible evitar como una enfermedad contagiosa) la
credibilidad gubernamental cubana ha caído en su propia trampa , patentizando
su verdadera naturaleza. Las voces de protesta han demostrado tener la razón y
esta fue la causa por lo que les fue permitido a algunos líderes divergentes tener
la posibilidad de expresión en esta cita de semejante envergadura.
La comunidad
internacional es un instrumento de coexistencia al que no es posible dominar,
aunque la codicia de dominación lo pretenda.
A la cita regional se
envió como Delegación oficial a personas que pertenecen a Centros de Trabajo,
que no conforman para nada la sociedad civil. Forman parte de los instrumentos
del Estado. A excepción de Enrique Alemán Gutiérrez, presidente de la
Federación de Espiritistas de La Habana y algún que otro representante de
cooperativas campesinas, no puede decirse que representen de manera verdadera
la sociedad civil. Si la mayoría de los enviados las representaran de manera
auténtica, sin un compromiso con el Estado, jamás habrían ido a la Cumbre. Por
lo que no pueden considerarse portavoces alternativos cuando responden
netamente a los intereses militares del gobierno.
Y entonces sí carecen
de ¨toda legitimidad¨ como publicara el periódico oficialista de forma
despectiva hacia los disidentes presentes.
Después de tantos años
y recordando la instigación a la población a la violencia, a que vaciaran cada
cartón de huevo comprado sobre toda persona que disintiera e intentara emigrar
en el 1980, tras los sucesos de la embajada del Perú y el éxodo del Mariel, cuando
todavía no se podía acusar a esta emigración de económica y la soberbia fue más
fuerte que el amor, ¿cómo se observa que hoy en día les sean abiertas las
puertas como mariposas, después de haber propagandizado tanto que eran gusanos?
¿Es que ante la depauperación económica son de utilidad hoy los ¨gusanos¨?
¿Quién es de ¨baja
catadura moral¨ entonces? ¿Quién es el que traiciona a la Patria? ¿El que
destierra a sus hijos un día como si los hubiera parido y otro los recibe por
pura conveniencia económica?
Entonces, como reza un
axioma popular ¿de qué estamos hablando?, ¿de qué estamos hablando?