martes, 22 de enero de 2013

Artículo inédito




“ El respeto al derecho ajeno es la paz”
                                                                                                     
                                                                                                  Benito Juárez
 
 
El pasado martes, 18 de septiembre del presente año, apareció publicado un artículo en el periódico el Nuevo Herald, de Miami, donde la periodista María Clara Ospina, publica un articulo titulado “ Una sátira burda y ofensiva”, relacionado con la exposición online del cortometraje de producción estadounidense La inocencia de los musulmanes, difundida en You Tube, como un film de corte antiislámico.
A pesar de la apología teológica que realiza, descarta la posibilidad de que esta difusión, (que le ha dado la vuelta al mundo ahora en la internet) sea tomada en serio por las comunidades mulsumanas de todo el mundo. Ya que no se trata solo de un país cuando se habla de religión. Y justifica como una simple excusa, que ha sido motivo para que aflorara una vez más el odio mulsumán contra los Estados Unidos y las naciones occidentales.
“… La pretensión de los Estados Unidos y de Occidente de desarraigar las tradiciones y costumbres de las naciones de confesión islámica….” no se ajusta a la cuestión tratada, pues, no se trata de costumbres, sino de religión. Que rige la vida de los países que tienen estipulada esta confesión de fe, de manera mayoritaria. Por tanto: no se puede comparar, ni calificar “…la independencia social de la mujer occidental de otras confesiones, su vocabulario, su apariencia personal, su vestimenta impúdica, etcétera, como algo denigrante para ellos. Esa es su religiosidad, su visión teológica de la vida del hombre de manera antropológica. Punto de vista que merece respeto, si es que queremos realmente la paz ente los pueblos y el desenvolvimiento de una civilización desarrollada.
Las naciones occidentales con otras confesiones de fe, no tienen nada que cambiar teológicamente ni culturalmente, así como tampoco la identidad y el arraigo de las naciones de confesión islámica, porque esa es la elección de ellos, aunque a occidente le parezca tal vez retrógrada. La teología islámica será reformulada cuando sus líderes o sus fieles (en mayoría) así lo consideren. Siempre hay un reformador, una necesidad de readaptamiento a la realidad social para poder practicar las religiones. Y hasta estos puntos de vista fueron previstos por los hermanos judíos hace seis siglos.
Los eruditos de la ley islámica son los encargados de analizar la reforma del islam y no los fieles de otras confesiones en nombre de gobiernos nacionales. Sin el consentimiento de estos maestros de la ley, jamás podrán efectuarse esos cambios tan deseados para otros que no son islámicos.
Aún en el siglo XXI esta reformulación no se ha producido, pero autores cristianos como Michel Cuypers, Ignaz Goldziher, Serge Beaurecueil y otros han incursionado sobre el tema. Los cambios espirituales y sociales profundos que se requieren  como sucedieron en el cristianismo y en el judaísmo, son señales de que la mayoría académica mulsumana no hace peso. Haciendo evidencia de que la Estadística es una ciencia.
Aunque no todos los fieles de naciones occidentales has sido los únicos alentados a la fobia mulsumana y su extremismo.
Por ejemplo, en Francia, se acaba de publicar en la revista semanal Charlie Hebdo, una serie de caricaturas del Profeta Mahoma desnudo, agotándose la primera edición matutina de dicha revista y prometiendo una segunda edición vespertina.
La redacción de esta revista fue incendiada anteriormente, en noviembre del año 2011, precisamente tras la publicación de un número que se burlaba de la Sharia islámica.
Sin embargo, hay situaciones muchas más dignas de criticar dentro de las naciones de otras confesiones, que causan daños psicológicos y biológicos al ser humano con más gravedad, incluso con repercusiones sociales generacionales que no suceden en los países de mayoría islámica. La fobia, el extremismo y la intolerancia hacia esos hermanos de fe no podrán ser jamás canales de paz sobre la tierra habitada. Solo serán causas de confrontación y de guerras perennes e innecesarias, generando siempre violencia.
El tiempo utópico para los creyentes vendrá de manera irreversible, en cualquiera de las religiones, pero si nos eliminamos nosotros mismos, sin motivo, asesinándonos por intolerancia, no podremos echarle la culpa a Dios, como suele ocurrir muchas veces. Que se asesina en nombre de él, sin ser ese el mandamiento.
 
 
 
 
 
 
 
Noraida Romero
Lic. Teología (cristiana protestante)
 

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