¨ Dos
visiones y un mismo tema ¨
Rememorando lo que
fue el inicio del reajuste de las relaciones de la Iglesia y el Estado en Cuba,
después de 1959, como época que marca el cambio social del país, se publica un
artículo en el órgano oficial de Cuba, por la periodista Lissy Rodríguez Guerrero, el primer día del
presente año.
El mismo cita una
declaración, del máximo dirigente en el año 1971, donde se refrenda que en una
reunión con un grupo de sacerdotes chilenos, este emplazó la idea de la
necesidad de unir a cristianos y comunistas con el propósito de resolver los
problemas de América Latina.
A pesar de que han
pasado cuarenta y tres años este noviembre pasado y pudiera verse ahora como un
soberano disparate, aún en aquella época histórica tampoco tenía sentido tal
planteamiento. Una prueba de evidencia es que el único país de América Latina
con filosofía oficial comunista es Cuba.
La convergencia
entre el evangelio y el comunismo se encuentra en la atención a las masas. Pero
la diferencia está en que el cristianismo realiza esfuerzos doctrinales para
que no existan privilegios sociales, de grupos específicos de poder.
No así en
Cuba o en la extinta Unión Soviética. En
cincuenta años de cambio social, grandes dirigentes disfrutaron siempre de
enormes beneficios personales, que el resto de la población no conoció siquiera
que determinados adelantos tecnológicos existieran.
Continúa el
artículo citando el mes octubre del 1977. Donde refleja que en Jamaica, el
Presidente cubano en aquel momento afirmaba que no existen contradicciones
entre los propósitos de la Iglesia y los propósitos del socialismo.
¿Entre los
propósitos de la Iglesia se encuentra obstaculizar las comunicaciones del
pueblo hacia el exterior? La misión de la Iglesia siempre ha sido comunicativa
por excelencia. ¿De qué forma puede verse
dicha concordancia?
Tampoco los
propósitos sociales cristianos son o serán crear estrategias para ofrecer
servicios que se ofrezcan y se cobren sin la más mínima garantía económica.
(Ejemplo: los servicios del buzón de correo cubano conocido como Nauta.cu y los
servicios de navegación en dólares que se ofrecen en los hoteles). Todo lo
contrario. La Iglesia ofrece más de un
servicio gratuito, como son los cursos de aprendizaje de diferentes
tipos, entre algunos CUBAEMPRENDE, tiempo de máquina en sus laboratorios de
computación, servicio de comedor al Adulto Mayor, etcétera. El cristianismo
convida a propósitos igualitarios, con muy poca jerarquía y un plan muy
organizado en cuanto al desarrollo comunitario y nacional para toda la
feligresía.
Luego entonces, ¿a
qué alianza estratégica se refería el entonces Presidente, cuando relacionaba
el evangelio con la revolución comunista efectuada en la isla?
Este mismo
artículo también refleja su confesión en cuanto a que los religiosos en Cuba
fueron discriminados para ejercer en la política del país. Asimismo reconoce
que todo individuo por su fe le era despojado del derecho humano de participar
en otras estrategias sociales. Como consecuencia, todo el que tuvo valor de no
renunciar públicamente a sus creencias religiosas, fueron excluidos entre otras
cosas de los estudios universitarios.
Otras críticas que
se ocasionaron y que si hubieran ocurrido hoy también sucedería así, es que el
ex dirigente se reunió primeramente con ministros líderes de otros países
latinos, para el abordaje de esta temática y no con los de su propio patio. Deponiendo
el análisis con sus nacionales para un momento posterior.
Como en muchos
otros casos no tenía en cuenta el reclamo popular de problemáticas tan
específicas que no requerían de tomar ejemplos del manejo de las mismas en
otras naciones. Porque cabe resaltar que países como Nicaragua y Chile no
habían excluido a los religiosos de sus derechos a la política nativa. Muy por
el contrario, más de un clérigo alzó su voz, como fueron Oscar Arnulfo Romero y
Ernesto cardenal.
No caben dudas
para afirmar que la aceptación de la Iglesia como hecho institucional en 1991 se
debió más a una imposición religiosa social que a una generosidad o dádiva del
gobierno en aquel entonces. Los espacios comunicativos y sociales
evangelísticos se expanden por misión propia. Ninguna sociedad humana detiene
su desarrollo por cincuenta años, porque son fenómenos intrínsecos
indetenibles.
Ni aún seres
humanos con tan feroces ideales pueden detenerlo. El poder de las masas nunca
ha podido ser insubestimable. La mutación requiere de tiempo, pero no escapa a
ninguna finalidad. Por eso el clamor religioso tiene alcances ilimitados.
En la actualidad,
líderes religiosos cubanos luchan porque la educación religiosa sea reconocida
en Cuba, como una opción frente al sistema educativo oficial. Que popularmente
se encuentra tan reprochado, por su política educativa, su déficit de maestros,
y su bajo logro de aprendizaje y corrupción, en cuanto a la venta de exámenes.
La venta de exámenes unas veces se ha hecho pública en los medios de
comunicación y otras no. Pero ha existido más de una. Sin embargo no ha
existido el derecho humano a la información.
Estas relaciones
Iglesia –Estado en Cuba que se volvieron atípicas, no han podido continuar
socavando el derecho eclesiástico a coexistir en la sociedad, porque su
reconocimiento mundial así la legitimiza y ningún proceso de poder puede
perpetuar a la fuerza una posición que le asiste a la conciencia humana.
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