¨ Dos discursos, dos presidentes :
Obama y Fidel ¨
Dos discursos políticos en un mismo
país: ¿dónde se encuentran las diferencias?
Posteriormente al presidente Barack
Obama ofrecer su discurso en el Gran Teatro de La Habana en Cuba, durante la
estadía de su visita, el ex presidente cubano Fidel Castro publicó a través del
periódico oficialista Granma su alegato
sobre su reflexión sobre el mismo.
De una forma subrepticia hace su
crítica, acerca de lo que piensa sobre las tendencias personales de Obama, que
él considera como ¨tendencias hacia la autosobrevaloración¨. De la misma manera, califica su conducta como
incorrecta e hipócrita, en alusión al episodio de la colaboración independiente
ejercida por ambos países en Sudáfrica en el período de 1959 _1976.
Según publica en ¨El Hermano Obama¨,
las 10 o 12 bombas nucleares que recibieron los sudafricanos en aquel entonces
eran de origen americano y judío.
Enjuicia la actitud de Obama, como un
supuesto énfasis en tratar de elaborar teorías sobre la política cubana y la
utilización de palabras rebuscadas, con el objetivo de almibarar el texto que
utilizó para describir la amistad, la vecindad y la familiaridad entre los dos
pueblos.
El ex mandatario también supone que
cada cubano debe de estar propenso a un infarto cardíaco al escuchar tales
palabras, ya que a su cordura ¨el imperio nos quiere regalar algo¨.
Sin embargo, existen respuestas en
las redes sociales a esta ¨Reflexión¨ dignas de analizar. Porque cubanos somos
todos los nacidos en Cuba o de padres cubanos. No son solo los
progubernamentales. Como ejemplo, se puede citar la Carta Abierta publicada en
Facebook por el músico cubano Manuel González Hernández, conocido como
¨Manolín, el médico de la Salsa¨. Manolín opina, que él habla en nombre de un
pueblo que se reserva el derecho de elegir a sus gobernantes y no a los
caprichos de un ¨iluminado¨. Para Manolín, Fidel solo habla de los cubanos que
lo apoyan y no de todos los cubanos y critica el argumento de la expresión de
que ¨a Cuba no necesita que le regalen nada¨, pues considera que los
gobernantes cubanos y su familia lo ¨tienen todo, siendo dueños de un país
entero¨. Y establece la diferencia con Obama cuando este menciona la historia
que nos une, la escucha y el perdón.
Obama por su parte, emite un discurso
de futuro entre los dos países y sus respectivos pueblos. Establece su posición
al lado de los que derriban las barreras de la ideología, el dolor y la
separación, extendiendo una mano de amistad.
Su visión manifiesta un apoyo a Cuba
en toda la expresión de su discurso. Las diferencias sociales que afirmó se
puedan encontrar entre las dos naciones, son visibles en las posibilidades
reales de los individuos en la esfera pública y cita como ejemplo su propia
trayectoria personal: un hombre afroamericano que pudo llegar a ser Presidente
de los Estados Unidos.
Su oratoria explicó a Cuba la
importancia de la democracia como posibilidad de cambio. Un concepto opositor
en el país, cuyo gobierno se declaró socialista hace más de 50 años, en América
Latina.
Si se tiene en cuenta el ínfimo
desarrollo social cubano en este período, pudiera catalogarse este discurso
como pacifista y pedagógico en materia de modelo de progreso. Efectivamente,
Cuba no necesita que el imperio nos regale nada, pero sí es más que evidente
que le urge el desarrollo tecnológico que se merece después de tantos años de
supuesto cambio. Y de tantos sacrificios económicos, en los que solo lo ha
padecido el pueblo de a pie. Como bien expresara Manolín, el médico de La
Salsa: Si Cuba hubiera tenido un presidente más joven y más preparado no habría
tanta diferencia social¨…
Comparativamente, Obama no detalló en
su alocución ningún tipo de ofuscamiento que pudiera provocar las ¨ ganas de un
infarto¨ en el oyente cubano como planteara Castro en su ¨Reflexión¨. Por el
contrario, sus palabras lucieron como catalizadoras y evolutivas, ofreciendo a
las nuevas generaciones herramientas para re-pensar su sociedad. No se
observaron amenazas ni compromisos relacionado con la soberanía de Cuba.
Su actitud con respecto a esta nueva
era de relaciones Cuba_Estados Unidos es de insistencia por la paz, aclarando
que el propósito de su visita es de extender una mano de amistad al pueblo. Y
no declara absolutamente nada relacionado al intolerante fracaso ideológico que
pretende perpetuarse. Entonces ¨Hermano Fidel¨ tu discurso podrá ser el de la
guerra, pero el de Obama es el de la paz. Y sí, son dos discursos políticos en
un mismo país, pero en eso radican las diferencias: en el conocimiento y la
ética personal. Nadie puede hablar de lo que no conoce…….
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